lunes, 13 de abril de 2015

Cliente, Calidad y Comunicación

La innovación está supeditada al binomio escasez-necesidad. Vivimos en una sociedad de escasez, de recursos finitos. Esta escasez, en pequeñas ocasiones, puede llegar a favorecer la superación, la innovación. Evidentemente no cuando hablamos de extrema necesidad, donde lo importante es la supervivencia. Aquí, se produce un repliegue.

El sentido de pertenencia a un proyecto, a una idea, a una innovación... mejora las prestaciones. La realización exitosa se consigue mediante la experiencia. Equivocarse, no tener miedo, fallar, volver a intentarlo.

Hablamos ya de lo específico: cliente, calidad y comunicación.

Sin cliente no hay proyecto, no hay innovación. La clave es conseguir hacer suyas las necesidades. Es parte fundamental. Y así lo debe saber. De esta manera, el cliente será un aliado en la realización del proyecto. El proyecto irá en relación al mercado y al cliente. De aquí sacaremos los conocimientos de los que vendrán las oportunidades.

La calidad, entendida tanto en relación al cliente como al trabajador. Realizar las funciones adecuadamente nos reconforta, igual que lo hace un reconocimiento positivo. Nos eleva el autoestima, y las ganas de seguir en el camino.
La calidad en su conjunto es generadora de beneficio, y de excedente. Por esto es clave cumplir con no ya los mínimos exigidos, si no superar esa barrera e ir creciendo.

Por su parte, la comunicación juega su papel en la forma de interrelación con la plantilla, proyectos, ideas, clientes...y con la calidad.

Las tres Cs (Cliente, Calidad y Comunicación) necesitan de liderazgo, de un estilo de dirección acorde con los valores y principios del proyecto. El liderazgo tiene que tener responsabilidad y debe formar un espacio de intercomunicación. Todo esto guiado bajo un fuerte compromiso con los clientes.

El final de este texto lo concluyo con la siguiente frase: "La base de la innovación es la mejora continuada en lo aprendido"

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